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Jóvenes veteranos

El otro día estuve viendo de reojo el partido entre el FC Barcelona y Real Madrid en Israel. "El clásico Legends", lo llaman ahora, que es la forma políticamente correcta de decir "un partido de veteranos", o de "solteros contra casados". Al final terminaron 3-2 a favor de las leyendas blancas. No había VAR ni falta que hacía, pues los jugadores se marcaban a distancia e iban tan calmos que a ratos parecía que la imagen se congelaba. Suele decirse que quien tuvo retuvo, pero también que los años no pasan en balde. Al inicio, Ronaldinho dejó un par de detalles de veinteañero, con un remate a la cruceta y un pase sin mirar, pero luego se adaptó al ritmo general del partido, más bossa nova que samba. Aquel era un fútbol sin edad, que se juega más con la memoria que con los pies, y los breves destellos que nos dejaban —un chut de falta de Roberto Carlos, un pase al espacio de Deco, un remate de Amavisca— tenían lugar sobre todo en el recuerdo.

Joaquín, a sus 40 años, estandarte del Betis.
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Joaquín, a sus 40 años, estandarte del Betis.MIGUEL MORENATTIDIARIO AS

Viendo cómo algunos encogían la barriga en la foto de grupo, pensé que hay futbolistas que se retiran porque se les agota el fútbol y otros porque el cuerpo ya no aguanta, y quizá en esa diferencia hay un equívoco. Ahí está Joaquín, que anteayer cumplió 40 años y jugará una temporada más en su Betis: Pellegrini le está probando en el centro del campo, donde no tiene que correr tanto y puede tocar balón, como quien estruja las últimas gotas de zumo de una naranja. También esta debe ser la función de los buenos directores técnicos: ayudar al jugador para que sepa cuando llega el final. Vemos a Messi, Modric o Piqué con 34 o 35 años y a tan alto nivel, que esperamos que duren siempre, y entretanto elogiamos a Pedri, con la mitad de años, por su "madurez". A menudo pienso en Andrés Iniesta, que a los 34 se fue a jugar al Japón, y me pregunto si no fue una decisión precipitada. Hablo desde la admiración, pero su fútbol está ahí, no ha perdido nada, y ahora, a toro pasado, sabemos que seguramente habría hecho mejor al Barça de los últimos dos o tres años.