Francia es un rodillo
Ni el bombardeo alemán en la segunda mitad intimidó a Francia, un equipo forjado a través de la calidad técnica de sus tres delanteros y del músculo, la contención y el pundonor de sus tres centrocampistas. No necesitó una gran versión la campeona del mundo para ganar Alemania, pero como bien dijo Deschamps hace cuatro años, a los torneos cortos se va a ganar y no a contentar al que quiere ver un espectáculo con la pelota.
El seleccionador francés mezcló y elevó el talento al cubo con Benzema en un equipo que sólo tenía tres cambios respecto al que reinó hace tres años en Rusia. Francia llegaba con la vitola de súper favorita a la Eurocopa, algo que no le ha beneficiado a lo largo de su historia, pero con el aliciente de tener el mejor ataque del torneo.
Francia no brilló, pero ganó con un gol de Hummels en propia puerta. Lo que quedó claro este martes en Múnich es que este equipo necesita una baldosa para castigarte. Pogba fue un comandante en el medio, Mbappé hizo estragos al rival al espacio, Benzema se juntó con Griezmann para oxigenar a su equipo y Rabiot se coló en la fiesta realizando un derroche físico que no tuvo freno durante 90 minutos. También brilló hasta Varane, tan criticado la temporada pasada por sus errores en los momentos decisivos y que este martes fue un ciclón defensivo que arrolló a todo el que se le puso por delante. Fue sin duda, una demostración de que esta Francia va muy en serio y que los rivales van a tener que sudar de lo lindo para intentar meterle mano.