El Ineos ha ganado seis carreras del calendario World Tour en 2021 con seis ciclistas diferentes. Así de divididos están sus galones. Si exceptuamos el triunfo de Dylan van Baarle en A Través de Flandes, las otras cinco han sido en vueltas por etapas, la especialidad del equipo británico desde los tiempos de Brad Wiggins y Chris Froome. De esas cinco rondas exitosas, una se celebró en marzo, la Volta a Catalunya, con triunfo de Adam Yates. Las otras cuatro se acaban de enlazar de forma consecutiva: Geraint Thomas, en Romandía; Egan Bernal, en el Giro de Italia; Richie Porte, en el Dauphiné, y Richard Carapaz, en Suiza. Cuanto más se acerca el Tour de Francia, más se asoma al podio el todopoderoso Ineos, que ha ganado siete de las últimas diez ediciones. Sin duda, es su carrera.

El Ineos se acerca al Tour con un encadenamiento de éxitos que confirman su enorme potencial, pero con victorias tan repartidas, que no aclaran quién es el jefe. Con Bernal centrado en el desafío Giro-Vuelta, brillantemente escoltado por Daniel Felipe Martínez, hay que buscar la capitanía entre los demás. Carapaz dio alguna pista el domingo tras coronarse en la Vuelta a Suiza: “Voy a compartir el liderazgo en Francia con Thomas. El Tour nos pondrá en nuestro lugar correcto”. Pero también se ha visto al galés supervisando las etapas de los Alpes junto a Porte, tercero en el podio del año pasado. A este trío hay que sumar a Tao Geoghegan Hart, campeón del Giro 2020. Y quizá a Yates. Mucho gallo en el mismo corral. El equipo es la fortaleza del Ineos, si las ambiciones particulares no hacen explotar el equilibrio. Enfrente sí tendrán dos liderazgos claros: en el UAE Team, el vigente ganador, Tadej Pogacar, que llegará animado por su victoria casera en Eslovenia; y en el Jumbo, Primoz Roglic, que ha cambiado de estrategia y lleva sin correr desde abril. Ellos sí lo tienen claro. Todos para uno.