En verano se gana o se pierde el ascenso

No tengo dudas: los días más importantes de la temporada para el Real Valladolid van a ser los de los tres próximos meses. En verano se gana o pierde un ascenso. Puede sonar algo exagerado, pero es la verdad. Un equipo, un club, que no hace los deberes en estas fechas está condenado al fracaso. Y son muchas cosas las que hay que hacer y hacer bien. Acertar con el organigrama técnico-directivo, acertar con el entrenador, saber tomar las decisiones oportunas en cada situación de los futbolistas. Tener ojo clínico con los fichajes fichando buenos jugadores que además sean buenas personas. Planificar una pretemporada correcta, para que el equipo llegue bien al inicio de la competición y no sea víctima de lesiones no deseadas. Son muchas cosas. Y más este año en el Valladolid, con 39 jugadores con contrato, y sobre los que hay que tomar una decisión. Es más fácil la papeleta de Luis Enrique para elegir una lista de hombres con los que acudir a la Eurocopa que decidir el plantel que salga a competir en la próxima temporada con la camiseta del Valladolid.

Ronaldo pidió paciencia antes de que se conozcan los nombres del director deportivo y del entrenador y hay quien ya la está perdiendo. Es verdad que cuanto antes estén definidas las funciones y las personas necesarias, antes se podrá ir andando el camino. Pero también es cierto que es mejor tener un poco de pausa en espera de encontrar lo mejor que caer en la precipitación. Hay que elegir bien y si para ello hay que esperar, pues se espera, pero lo que no se puede es fallar. Con el fallo de la pasada temporada creo que ya tenemos bastante.

Con toda seguridad, el Valladolid saldrá a mediados de agosto, cuando empiece la competición, como uno de los grandes favoritos a ascender. Pero luego, para tratar de plasmar en puntos y victorias ese favoritismo hay que rendir al máximo y hacer muy bien las cosas. Las personas que piloten la nave no pueden experimentar en pleno viaje. Hay que despegar con el carnet de piloto ya envejecido por las horas de vuelo. La Segunda es tremenda de difícil. Solo con ver lo que les está pasando a Leganés y Almería se puede dar uno perfecta cuenta de la complicación de la empresa que habrá que acometer. Y entiendo que Ronaldo ya sabe todo esto muy bien para no dejarse sorprender.