Martín, Acosta y la cantera inagotable

La cantera del motociclismo español es inagotable. Pedro Acosta es el último ejemplo. El murciano de Mazarrón causó este domingo sensación con una espectacular victoria en Moto3 en su segunda carrera en el Mundial a los 16 años y 314 días. En la primera, hace una semana, ya había quedado segundo por detrás de Jaume Masiá, otra joya. Acosta protagonizó una brutal remontada después de salir del pit lane. Por supuesto, ya es líder de la categoría. Y no parece que su recolecta vaya a frenar ahí. Al término de la carrera, Marc Márquez le felicitó en redes sociales: “Pedro Acosta es bueno, muy bueno…”. Y como suele ocurrir siempre que irrumpe alguna promesa de este nivel, las comparaciones son inevitables. El nombre que salta de boca en boca, de tuit en tuit, es precisamente el de Márquez. Hay que darle tiempo.

Con estas buenas vibraciones llegó la carrera de MotoGP, la categoría reina, otra dimensión. Y allí emergía otro ejemplo de esa cantera sin límites: Jorge Martín. El madrileño ya había exhibido su descaro hace una semana con una impresionante salida desde la decimocuarta a la cuarta plaza. Era su tarjeta de presentación en la clase alta. Que ese lance no había sido sólo un momento de inspiración lo demostró el sábado con la pole, que hizo buena este domingo durante gran parte de la competición. Martín encabezó el GP de Doha con su veloz Ducati durante 18 vueltas, hasta que fue rebasado por Fabio Quartararo, posterior ganador, y por Johann Zarco, su compañero en el Pramac, que desbancó a Maverick Viñales del liderato. Los dos franceses subieron a los primeros peldaños del podio y se lo pasaron pipa cuando sonó la Marsellesa. Fue un día grande para Francia, sin duda. Pero a su lado, en el tercer escalón, sonreía Jorge Martín, campeón mundial de Moto3 en 2018, esa categoría que también dominó Joan Mir en 2017, la misma donde ahora deslumbra Pedro Acosta. Tomen nota.