Las defensas de Viñales y Mir
El Mundial de MotoGP repite en Qatar por segunda semana consecutiva, así que el estreno del pasado domingo sirve perfectamente de referencia de lo que puede volver a ocurrir, aunque en realidad no sucedió nada demasiado diferente a lo que suele acontecer siempre en Losail. El arranque del campeonato calcó los antecedentes y las estadísticas de este circuito. Maverick Viñales ganó sobre una Yamaha, una moto que domina este escenario con nueve victorias, sobre cinco de Ducati. La escudería italiana completó el podio con Johann Zarco, que estableció un récord de velocidad punta con 362,4 km/h, y Pecco Bagnaia, que hizo la pole. Este plus de Ducati desbancó del cajón al campeón, Joan Mir, en la última recta, con un doble adelantamiento que provocó las bromas en las redes sociales de Suzuki: “¿Podrían devolvernos nuestras pegatinas, por favor?”. A la moto japonesa no le va mucho Losail, como demuestra su colección de cuartos puestos como mejores resultados. La historia de Qatar, como decíamos, se reeditó el domingo. Y esta semana llega otro capítulo.
Los precedentes sirven de orientación y de guía, pero en el deporte de élite nadie está predestinado de salida. Las Suzuki hicieron una calificación discreta, con el noveno puesto de Álex Rins y el décimo de Mir. Eso ayuda poco para el domingo, a pesar de la reconocida habilidad de ambos para remontar posiciones. El campeón llegó a ocupar la segunda plaza, lo que dice mucho de su pilotaje, a la par que lanza el mensaje de que va a vender muy cara su defensa del título. Y a propósito de defensas, Viñales sale líder de la inauguración del Mundial por segunda vez en su carrera. Ya le ocurrió en 2017, en una temporada en la que estuvo peleando la corona en la primera parte del calendario. También Maverick habrá aprendido de aquello. La historia se repite, pero la historia está para cambiarla.