El futuro del club, en 11 partidos

Valladolid

Llegó el momento. La hora de la verdad. Sin público, sin ruido, con mascarillas, pero con una transcendencia enorme para los equipos. En once partidos se dilucida toda una temporada. Una Liga partida, en dos etapas bien diferenciadas y marcadas por una situación demoledora que se llevó por delante todo, fútbol incluido. Y hay que afrontar estos once partidos, estos 40 días de pasión, sabedores de que marcará el futuro inmediato de muchos clubes, especialmente de todos aquellos que luchen por seguir en Primera como lo hace el Real Valladolid. Para el club de Ronaldo es fundamental asentar el proyecto en la máxima categoría. Un descenso sería muy duro aunque no letal, pero retardaría todos los planes que hay de cara a las próximas temporadas. Eso es lo que está en juego, no dar pasos hacia atrás, seguir creciendo, seguir ilusionando, poder seguir soñando.

Por ello es fundamental afrontar cada minuto de los once partidos como si fuera el último. La presión de lo que está en juego debe ser superada en la cabeza de los jugadores por las ganas que tienen que tener los profesionales por volver a jugar, por lo necesarios que será sus esfuerzos para hacer que su club logre el objetivo, para suplir la fuerza extra que dan los aficionados y que esta vez no estarán. No caben excusas. Aquel que no afronte con la energía necesaria estos partidos y no entienda lo que hay en juego desde el minuto uno del partido de Leganés, deberá dar un paso al lado. Urgen jugadores comprometidos, fuertes mentalmente, solidarios y será fundamental el acierto y hasta la suerte.

No habrá público, no habrá recibimientos masivos a la llegada de los autocares de los equipos, la grada no llevará en volandas a los futbolistas que estarán solos ante el peligro y con la obligación de no bajar el ritmo ni la intensidad en ningún momento. El Sevilla dio una clara muestra de cómo hay que salir a competir en esta situación, cosa que el Betis no hizo y por eso lo pagó. Pero serán partidos apasionantes, finales muchas de ellas. Y hay unas ganas extraordinarias de volver a vivir un partido de tú equipo. Más de tres meses de abstinencia son muchos, demasiados. Debemos prepararnos para disfrutar, para sufrir, para vivir otro año más un final dramático de temporada. Aunque en las manos de Sergio, de Olivas, de Masip, de Plano, de Moyano, de Guardiola, de Sandro, de Ben Arfa … está evitarlo. Una buena forma sería con una victoria en Leganés. Para ir dejando ya la carta de presentación. Como hizo el Sevilla, como no hizo el Betis…

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