El grito de Machín y la justicia poética

Tratamiento Machín. En tres semanas, Pablo Machín ha convertido al Espanyol en otro equipo, con un juego reconocible y con mejor suerte, capaz de jugar tres partidos y de repetir resultado (0-1), con dos victorias y una derrota ante un Villarreal que ha comenzado LaLiga como un ciclón. Basados en la seguridad defensiva que le concede jugar con tres centrales, en un juego más directo y simple y en una estrategia trabajada, el conjunto perico ha dejado en una semana casi sentenciado su pase a la siguiente ronda de la Europa League y ha logrado ganar su segundo partido en LaLiga. Un rejuvenecimiento en toda regla. Parece que el soriano lleve una vida...

La NASA. El jugador que ejemplifica el cambio es Bernardo, el primer fichaje de la temporada. En el ostracismo con David Gallego, es un intocable para Machín, otra muestra de que los futbolistas son aptos o no aptos en función de la idea de juego y de lo que se les pida. Y, en este contexto, el Espanyol es Bernardo: sobriedad defensiva en campo propio, excelente juego aéreo y juego directo en la salida de balón. Su gol, una remate entre el muslo, el codo y el costado (la NASA podría estudiar cómo cogió el esférico tal velocidad), le dio la victoria al Espanyol. La justicia poética en el Ciutat de València.

La reacción. El Espanyol salió con puntos por quinta vez seguida del estadio del Levante y finiquitó la mejor racha de la historia granota, con diez partidos seguidos sin perder: no lo hacía desde marzo ante el Villarreal. Es difícil recordar una reacción tan grande, solo la de Gallego tras el despido de Quique Sánchez Flores. Hasta a Javier Aguirre y Mauricio Pochettino les costó ganar en sus llegada a media temporada. Con razón, el grito de Machín al acabar el partido se escuchó hasta en Mestalla.

La comodidad. No en Mestalla pero sí en San Mamés repetirán fuera de casa los blanquiazules, que sin duda son uno de los mejores visitantes del campeonato. Los ocho puntos se han conseguido lejos del RCDE Stadium, donde el equipo haya la comodidad que le ha faltado en el estadio en los cinco encuentros jugados. Una estadística que se solventará rápidamente, pues el Espanyol ya se siente cómodo con este sistema y esta manera de jugar. Hay 'feeling', hay convencimiento de los jugadores y de los líderes, como Bernardo, Roca o David López.

La naturalidad. Y sobresale de nuevo Campuzano, quien apenas jugó los últimos minutos pero que de nuevo dejó detalles de delantero rápido y vertical, con criterio y mucha intuición para detectar los espacios. Parece que Machín se ha dado cuenta y ya la tiene entre sus preferidos. Una buena noticia junto a la consolidación de un Víctor Gómez que es igual de incisivo que Adrià Pedrosa. En ese equilibro se navega por fin.

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