Sin Ødegaard se apaga la luz

Se acabó la buena racha de la Real Sociedad. Durante unos minutos soñamos con el liderato de Primera división. Pero fue un espejismo, algo que duró hasta que el Sevilla empató el gol de Mikel Oyarzabal después de una gran acción de Januzaj. A partir del 1-1 de Nolito se empezaron a esfumar las opciones de terminar la jornada en lo más alto de la tabla. Aunque la realidad es que los males para la Real llegaron cuando a Martin Ødegaard se le apagó la luz. El noruego estuvo muy vigilado durante todo el partido, no fue capaz de encontrarse cómodo y los donostiarras lo pagaron, porque es el faro indudable en los últimos metros. 

Sufrió mucho la Real en el Sánchez Pizjuán, cuando se las prometía muy felices con el 0-1 a los tres minutos de juego. Pero el Sevilla le exigió una barbaridad, y aunque nunca le perdió la cara al partido, sí que se vio superado por la agresividad atacante de los de Julen Lopetegi. Aún así, Imanol Alguacil no se arrugó y lanzó desde el banquillo un mensaje claro a sus jugadores para que siguieran luchando, a pesar de no estar teniendo su mejor partido. Decisión valiente del oriotarra de jugar arriba con Portu, Oyarzabal, Willian José, Isak y Ødegaard. Decisión muy arriesgada que no salió del todo bien, pero que habla claramente de la idiosincrasia de esta Real, que nunca se arruga. Eso sí, lastima el arranque de la segunda parte. Nos pilló todavía en el vestuario. Eso no puede volver a pasar. 

Los donostiarras no hicieron un buen partido, les costó un mundo encontrar líneas de pase, pero nunca perdieron la fe y a pesar de la montaña del 3-1, tuvieron la opción de empatar. Eso habla bien del equipo txuri-urdin. Apareció Ødegaard en un momento, cuando pudo encontrar el hueco que se le resistió el resto del partido y le regaló la esperanza del 3-2 a Portu. El noruego, siempre el noruego. No se ganó. El Sevilla fue mejor. Pero esta Real se ha ganado el crédito para seguir soñando. También por lo hecho en esta derrota. Porque fue capaz de sufrir en un mal día. Y acabó muy entero dentro de la adversidad. Para mí fue un partidazo, de mucho nivel, de mucha exigencia. Por parte de ambos. Adiós al liderato de Primera en la jornada 7, pero atentos a los que les anticipo, habrá más oportunidades para asaltarlo. Al tiempo. Confíen. Las alegrías en azul y blanco van a seguir llegando.

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