Pinot va por delante

La etapa fue lo que esperaban todos los aficionados, no como la anterior, que pecó de soporífera y llamó, a más de uno, a dormir la siesta. Esta estuvo cargada de emoción y terminó con la victoria de De Gendt, que al fin obtuvo el premio por el que llevaba luchando una semana. Todos los que seguimos el ciclismo nos alegramos por el belga, porque siempre lo intenta hasta el último momento. El espectáculo es su seña de identidad. Nunca suele defraudar.

El Astana se comportó de forma extraña durante todo el día. Tiró para neutralizar la fuga, pero sin tener un objetivo claro. Lo único que consiguió su director fue desgastar a los corredores para el tramo final y, evidentemente, no tuvieron opciones. Todo lo contrario que el Ineos, que sigue sin ser demasiado protagonista, pero que demostró, en la caída de Thomas, que van siempre juntos y que están muy metidos en la carrera. El que sí evidenció estar por encima del resto de favoritos fue Thibaut Pinot. El francés va por delante y salta del grupo cada vez que tiene oportunidad. Con permiso de Thomas, este puede ser su Tour.