LA PIZARRA TÁCTICA

La incertidumbre ofensiva de España

España capeó el debut con un sufrimiento excesivo por la altura del rival, pero enganchó un triunfo capital que le pone en la línea correcta en este Mundial. Cualquier perspectiva positiva pasaba por someter a Sudráfica, la selección más frágil del grupo. La Selección nunca jugó bien, desorientada por momentos por la anarquía táctica de las de Ellis y con una falta de finalización de las jugadas alarmante. No supo explotar la debilidad manifiesta de Sudáfrica a la espalda de Jane y Biyana y los desajustes en las alas. La movilidad permanente Jenni como referencia ofensiva requiere de otras jugadores que sean capaces de llenar el área, pero Vilda insiste por ahora en la fórmula de no contar con una delantera más fija.

El gol de Sudáfrica se originó en un tipo de jugada que España nunca debía permitir. Torrecillla, fruto de la impaciencia que dominó a la Selección durante tanto tiempo, no advirtió el desdoblamiento de Marta Torrejón y su entrega acabó en una transición fulgurante de Kgatlana. La Selección no reaccionó futbolísticamente del todo, pero tuvo la entereza de resurgir con más fe que ideas. Las sustituciones de Vilda en el descanso, con el criterio de Bonmatí y el desborde Lucía García en lugar de una apagada Amanda, cuajaron mejor un ataque en el que también se desmelenaron Corredera y Torrejón cuando cambiaron de banda. Jenni asumió el liderazgo y espoleó a la Selección. Las imprudencias sudafricanas en los penaltis inclinaron una remontada tan necesaria como reparadora. España se rehízo del susto, pero el estreno no disipó algunas de las dudas en el registro ofensivo que tanto pesan a esta Selección.

Fuera del área

Jenni funciona como una mediapunta y se retrasa. Nadie fija a las centrales de Sudáfrica. La presencia de una delantera como Nahikari ayudaría ante rivales que esperan tan atrás.

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