FERNANDO KALLÁS

Sería una locura dejar que Vinicius se vaya

Vinicius tiene 18 años y es un diamante en bruto que necesita paciencia para alcanzar su potencial. Y no hay mejor sitio en el mundo para cuidar a esta joya como Valdebebas.

En el fútbol es normal que sobrerreaccionemos. Es un deporte pasional como ningún otro, que despierta sentimientos exacerbados. Cuando Vinicius tomó por asalto al Bernabéu en medio en una temporada para el olvido, es fácil entender la euforia alrededor de un muchacho que transpira talento y representa un soplo de aire fresco. Pero Vini no era la salvación entonces y tampoco será la próxima temporada. Tiene 18 años y es un diamante en bruto que necesita tiempo, repetición y paciencia para alcanzar su potencial. Y no hay mejor sitio en el mundo para cuidar a esta joya como Valdebebas. De la mano de una leyenda como Zidane en el vestuario estelar del club más grande del mundo.

Esta fue la justificación utilizada por el Madrid para que no se quedara un día más en Brasil, con el Flamengo. Una apuesta que se justificó en la práctica, en el campo. Ahora quiero creer que también estamos sobrerreaccionando cuando hablamos de los pocos minutos que Zidane le dio después de la lesión. Quiero creer que fue una circunstancia. Después del potencial presentado por él en su primer año, ya no hacía falta exponerle en un equipo roto en los últimos partidos de la temporada. Quiero creer que Zidane no le puso porque tiene claro que su sitio en el proyecto de futuro del Madrid está asegurado. Así que, dejar que se vaya ahora sería una verdadera locura.