Nostalgia de esa música de Champions...

Escribo desde Madrid, lo que explica el título. Hoy arrancan los cuartos de final de la Champions, y no están ni el Madrid, campeón de las tres últimas ediciones (y club récord de la competición desde 1956), ni el Atlético, que pone escenario para la final. Los dos se veían en ella, en principio, pero ninguno está. Esta noche, y la de mañana, y sucesivas, sonará la música de Champions para otros, uno de ellos el Barça, tan cerca y tan lejos, y cuatro ingleses, felices de que el Brexit no ataña al fútbol, más la Juve, Ajax y Oporto. La Champions es la que da y la que quita, como se decía antes de la Plaza de las Ventas cuando el toreo tenía importancia.

Ya que no está el Madrid, al menos están jugadores que aún habitan la entraña del madridismo, de la que fueron expulsados por las peculiares fobias de Florentino, el promotor de esa lata de sardinas gigante que en futuro próximo afeará la Castellana. Hablo de Casillas, que hoy jugará en Anfield, donde el curso pasado The Kop ya le aplaudió, en la idea de que aquella sería su última aparición europea. Por fortuna no fue así. Ahora vuelve, extendiendo su récord a 176 partidos de Champions. Faltará Pepe, por sanción, aunque podrá estar en la vuelta. Y Cristiano, que ya podría jugar en Ámsterdam y que seguro que lo hará en Turín.

Ellos son, Casillas, Pepe y Cristiano, los restos del naufragio del Madrid en esta Champions, no por esperado menos doloroso. Quedan bazas de futuro, como Militao, todavía en el Oporto, ya madridista, y quién sabe si Pogba, que va a ser la piedra de toque para que sepamos si Zidane pinta en el Madrid para algo más que elevar en el escalafón de porteros a su hijo Luca. El caso es que la música Champions no se va a escuchar en Madrid más que por televisión hasta la final, en ese flamante Metropolitano que quién sabe a quién acogerá. A mí me gustaría que fueran Barça y Juve, Messi y Cristiano frente a frente por fin en la ‘main street’ europea.

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