JUAN JIMÉNEZ

Un Barça decepcionante

El Barça no dio el nivel en Lyon. El Olympique, que además jugó sin su estrella (Fekir) , es un equipo animoso con un par de buenos jugadores más (Aouar, Depay) pero que está a años luz del nivel exigido en las grandes rondas de la Champions. Ante eso, al Barça le volvió a faltar grandeza en una noche europea de campanillas. Su defensa y sus volantes cumplieron. Jugaron concentrados y estuvieron bien puestos. Buena actitud y una demostración sincera de ir a por el título y olvidar noches negras y pasotas como la de Roma. Pero su delantera fue un desastre. Dembélé fue un jugador anárquico, Suárez definitivamente empieza a llevarse mal con el balón y Messi, esta vez, no cumplió con su palabra.

El Barça juega por y para Messi, así que cuando un partido termina 0-0 al primero que hay que mirar es a él. Se fabricó un par de buenas acciones pero estuvo mal con la espada, especialmente en una acción en la frontal y en un par de faltas más ejecutadas. A todo esto, Ter Stegen le había salvado alguna papeleta en los primeros minutos. La conclusión es sencilla. El Barça es mucho más que el Olympique de Lyon y sigue siendo favorito de largo para estar en cuartos pero ha dejado la eliminatoria a expensas de un accidente envenado. Precisamente lo que había ido a evitar cuando cogió el avión a Lyon. Será inevitable que alguno no piense en fantasmas los días antes de la vuelta.