La retorcida situación que vive el baloncesto, con las selecciones nacionales y los clubes de la Euroliga y de la NBA cohabitando en el mismo calendario, ha convertido en héroes a un grupo de jugadores que asumieron la responsabilidad de conducir a España al Mundial 2019. Y lo hicieron con rebosante generosidad, porque sabían antes de aceptar el desafío que la mayoría de ellos, o quizá todos, se quedarán fuera de la convocatoria para la fase final. Aun así, se han exprimido al máximo y han conseguido el objetivo. Por ello, el ánimo general, que va desde la Federación Española hasta el aficionado a pie, es que estos jugadores deben tener algún tipo de premio y de reconocimiento oficiales. Cuando comience a botar el balón en China, nadie debería olvidar al Ventanas Team que logró el pasaporte.

La intención de la FEB es que obtengan algún beneficio. Para empezar, con la inclusión de un par de jugadores en la lista final. Quino Colom y Jaime Fernández, que han hecho pleno de partidos, asoman con más posibilidades. También suenan Oriol Paulí y Fran Vázquez, aunque en este último caso hay mucha competencia en la zona. La incorporación de alguno de ellos sería un premio justo y, además, un estímulo para las futuras Ventanas FIBA, que de momento, y si nadie lo evita, volverían a celebrarse dos meses después del Mundial. Otra fórmula para recompensarlos sería que entraran en el reparto de las primas del campeonato, ya veríamos en qué porcentaje. En ese supuesto, los internacionales que acudan a China deberían exhibir la misma generosidad que han mostrado sus compañeros. Apuesto a que sí.