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MUNDIAL | VENTANAS FIBA

Al Mundial de China con el corazón encogido

La España de las Ventanas sufrió pero ganó a Ucrania (72-68) y certificó su memorable trabajo clasificándose para la cita de China con dos jornadas de adelanto

Actualizado a
Al Mundial de China con el corazón encogido
CRISTÓBAL GARCÍAEFE

Por si le faltaba algo a la aventura, la España de las Ventanas se pasó de rosca con la sal del suspense. Pero hubo final feliz: 72-68 a Ucrania. En noviembre de 2017 fueron llamados a filas para una misión desconocida y la han completado con una profesionalidad intachable. La Selección de las Ventanas ya ha dejado a España en el Mundial. Tal vez ahora les toque a otros honrar su trabajo en China pero ellos han colaborado a la estabilidad deportiva y económica del baloncesto español. Y eso es mucho. Algo agotados y dejándose ya lo último que les quedaba en un camino tortuoso, España sufrió para abrochar una clasificación que, no olvidemos, cerró con dos jornadas de adelanto, pero que le salvó de un lío morrocotudo los dos últimos partidos, cuando muchos jugadores se saltarán el veto de los equipos Euroliga para intentar llevar a sus países al Mundial.

Para cerrar la clasificación de una España cansada, Scariolo movió el árbol. Colom y Beirán no fueron titulares. San Miguel y Abalde estuvieron en el quinteto. Había que tocar cosas, el repertorio se agotaba. En el minuto siete de partido, el italiano ya había cambiado el quinteto completo. España había empezado bien, con Jaime finísimo (11-2) pero luego entró en cierta monotonía ofensiva. Ucrania, con lo poco que tenía, se metió en el partido casi por obligación (15-12). A España le vino bien el picante de Brizuela y los primeros puntos de Colom, que fue el único español capaz de anotar entre el 20-16 y el 27-20. La mochila de la clasificación pesaba y Ucrania, con fuerza y centímetros, dominaba peligrosamente el rebote ofensivo. Tanto que Fran se fue al banquillo con tres faltas. Eso sí, la amenaza ucraniana en el exterior era inexistente: cero triples al descanso. 39-31 y, pese al marcador, cierta tensión. Tal vez los jugadores estaban entendiendo todo lo que estaba en juego en ese momento. Ucrania empezó muy amenazante el tercer cuarto, martilleando debajo de la canasta con Kravtsov en plan figura (40-37). España supo sufrir y una ráfaga de Abalde le permitió liberarse (46-37) pero la química no era perfecta, tanto que el partido volvió a estrecharse (51-48). Era una evidencia que algunos cuerpos, y algunas muñecas, estaban algo encogidas… El partido llegó al último cuarto con suspense en la Hamburguesa del Santiago Martín. Era el momento, pues, de tirar de imágenes como la de Burgos, Ljubljana, Zaragoza… Cinco largos viajes, nueve partidos, extraños pabellones como los de Podgorica y Minsk. Un esfuerzo más. Tenerife intentó dar el último empujón pero temblaba todo. Un mate monstruoso de Bobrov silenció el pabellón (58-57) y Ucrania tuvo dos posesiones para adelantarse y hasta llegó a empatar (60-60).

España pareció resolver el partido después de las canastas heroicas y de brega de Sebas Saiz y un triple afortunado de Pablo Aguilar (70-62), pero no fue capaz de volver a anotar y llegó a los 13 últimos segundos con sólo dos puntos de ventaja (70-68) después de una antideportiva de Sebas Saiz. Ucrania tuvo un tiro para ganar pero Herun falló el triple y Llovet atrapó un rebote agónico. Luego anotó dos tiros libres para sellar el pase mundialista. El grito de Sebas Saiz retumbó en toda la isla. El suspiro de alivio de Garbajosa también. La España de las Ventanas nos ha llevado al Mundial.