Rugby con heridas abiertas

El XV del León regresa en la ventana de noviembre, con las heridas aún sin cicatrizar de aquella secuencia de catastróficos sucesos que dejaron a España fuera de la Copa del Mundo. Lo hará en Madrid, ante dos equipos mundialistas, Namibia (este sábado) y Samoa (día 24), como queriendo demostrar que su sitio está ahí, en ese campeonato de Japón 2019 que se esfumó con elevadas dosis de crueldad, después de haberlo acariciado. Primero fue aquel tendencioso árbitro rumano, designado por un dirigente rumano, que clasificó a Rumanía. Luego los impotentes y los feos gestos de los internacionales españoles contra el colegiado, que depararon una lluvia de sanciones. Y, como remate, la descalificación por alineación indebida de jugadores franceses que, según la dudosa sentencia, ya habían representado a su país.

Dos testimonios de esta misma semana revelan que estos acontecimientos todavía causan escozor. Lucas Guillaume, uno de los sancionados, nos expresó esa amargura en una entrevista de Jorge Noguera en As. Guillaume fue despedido por su equipo francés y ahora juega en el Alcobendas, tras ser acogido por la Federación. Su fijación es quitarse la espina en el siguiente Mundial: Francia 2023. También escuchamos al capitán, Jaime Nava, que se quejó de aquella “escabechina”, en el acto de lanzamiento de Spain Sports Global. Un cometido de esta nueva oficina es potenciar los eventos celebrados en el país, pero tiene otro igual de relevante: promover dirigentes en organismos internacionales. En efecto, con más peso en el deporte mundial, y en concreto en el rugby, España no habría sufrido esta experiencia.