María Vicente es Supergirl
Si Antonio Peñalver fue el Superman del atletismo español, María Vicente es la Supergirl, casi 26 años después de aquella histórica plata olímpica en decatlón en Barcelona 1992. María ha irrumpido con una fuerza sin precedentes. Si acaso recuerda a la aparición estelar de Ana Peleteiro, que se proclamó campeona del mundo júnior de triple salto con 16 años en 2012. María Vicente tiene uno más, pero en 2017 ya fue oro mundial de su categoría y la pasada semana dominó el heptatlón en los Europeos Sub-18 de Gyor, con récord del mundo incluido, y luego remató con otro título en triple. Es más, con las marcas que logró en la combinada en longitud y en 100 metros vallas, también se habría alzado campeona en esas dos disciplinas. A la atleta de L’Hospitalet aún no se le conocen sus límites. Se divisan infinitos.
Como es un talento tan impresionante, la tentación es pedirle más y más. Ella misma exhibe esa ambición. Este martes comienzan los Mundiales Sub-20 en Tampere. María Vicente quería ir, pero desde la Federación han frenado su ímpetu. También ha logrado la mínima para los Europeos de Berlín, aunque ya hay clasificadas otras tres atletas, así que quizá se quede fuera. Para María están reservados, en principio, los Juegos de la Juventud en octubre. Su entrenador, Fernando Martínez, y el presidente de la RFEA, Raúl Chapado, son partidarios de llevar su carrera despacio, con mimo y cautela. El heptatlón implica un tremendo desgaste. Aún tiene muchos años por delante. Peleteiro puede confirmar con su propia experiencia lo difícil que es dar luego el salto a la élite. No hay que frenar la clase, pero tampoco precipitarse.