Isco, el único con influencia

Partido feo para narrar, comentar, jugar o hacer crónica el jugado contra Irán por La Roja. Difícil cuando va todo en una dirección y hay uno que no para de interrumpir con sus continuas pérdidas de tiempo. Es lícito y a mí me gusta el arte de defender en bloque, replegar y bascular siempre en el momento oportuno para cerrar líneas de pases, pero cuando la sobreactuación se excede pierde todo el mérito. Y eso pasó en todo el primer tiempo donde la prueba de Lucas Vázquez por la banda no salió bien. La idea de mover rápido para encontrar superioridad y profundidad por la derecha se convirtió en una puerta cerrada para el factor sorpresa de Carvajal. España lo ejecutó mejor en los primeros 15 minutos del segundo tiempo donde elaboró más rápido y encontró más las alas.

De nuevo, otra vez gracias a entrar en “modo Isco”. El jugador malagueño es el único habitante de los que juegan entre líneas que está apareciendo con influencia. Echamos en falta mayor participación de los genios Silva e Iniesta; un equipo donde predomina la posesión anhela la falta de improvisación de estos dos artistas del balón. Para ello de nuevo se postuló Koke, futbolista que equilibró y creó el día de Portugal y que, de nuevo, los minutos que le dio Fernando Hierro ante Irán fueron oxígeno para Busquets y frescura para los de arriba. El rojiblanco ha llegado al último tramo de temporada con el tanque lleno y es algo que en fases finales es determinante. Por ello lo veo en disposición de ser un futbolista importante en la Selección española en este Mundial de Rusia.

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