FRÉDÉRIC HERMEL

El granito de arena exterior

Benzema no estará en Rusia porque el que decide, Deschamps, no lo quiere. Por razones personales, no por motivos futbolísticos.

El ser humano es un bicho raro. Porque es el único animal que tiene este sentimiento tan especial llamado 'esperanza'. Los demás componentes de la naturaleza viven porque sí, porque están regidos por sus instintos. En cambio, el ser humano tiene la certeza de su existencia y sabe también que va a morir. Su vida es una realidad y, a la vez, un concepto sobre el que reflexiona. Y entre su llegada al mundo y su despedida, la esperanza aparece como un motor imprescindible. El jueves estuve viendo a Deschamps, el seleccionador francés, dando en directo en la tele los nombres de los 23 jugadores que irán al Mundial de Rusia. Sabía perfectamente que era imposible que estas dos palabras, "Karim" y "Benzema", salieran de su boca, pero estuve esperando hasta el último segundo.

No hubo milagro. El delantero no estará en Rusia porque el que decide no lo quiere. Por razones personales, no por motivos futbolísticos. Una persona muy bien informada me contó hace poco que una de las cosas más difíciles que había tenido que hacer Zidane en los últimos meses era mantener un alto nivel de motivación en el seno de un grupo que lo había ganado todo. Puede parecer un tópico, pero les prometo que así es. En este sentido, cualquier elemento interno o externo puede resultar útil para sacar todavía más cosas de unos jugadores saciados cuando el Madrid está a una semana de jugar su tercera final de Champions consecutiva. Por lo que concierne el 9 titular blanco, y con su injusta decisión, Deschamps acaba de aportar su granito de arena.