Valladolid, Valencia y un ganador: el rugby
Este domingo se celebra la final de la Copa del Rey: SilverStone El Salvador-VRAC Quesos Entrepinares. Dos equipos de Valladolid, una ciudad que está haciendo mucho por el rugby, se enfrentan en Valencia, una ciudad que está haciendo mucho por el deporte, gracias al impulso de la Fundación Trinidad Alfonso y del mecenas Juan Roig. El rugby español alcanzó su cénit hace dos años, cuando organizó con éxito esta misma final en Zorrilla, ante 26.500 espectadores, entre ellos Felipe VI. Aquella osadía demostró que este deporte puede alcanzar altas cotas, y desde entonces está lanzado en una carrera de crecimiento que ha continuado con las actuaciones de Las Leonas y Los Leones, con la asignación de las finales europeas a Bilbao y hasta con la entrega del Princesa de Asturias a los All Blacks con haka incluida.
Hay que agradecerle mucho al valor y al bien hacer de Valladolid, de sus dos grandes clubes y de su alcalde, Óscar Puente. La concesión de esta final fuera de Pucela generó un enorme malestar. Hay que entenderlo. No las salidas de tono, pero sí la decepción. Con el paso del tiempo, la polémica se ha disipado, como pudimos comprobar el viernes en el Encuentro con los Ases que se celebró en Valencia. La directora de la Fundación, Elena Tejedor, ve a Valladolid como “una inspiración” para fomentar el rugby en su comunidad. Si valiente fue Valladolid con su reto de Zorrilla, tanto lo es Valencia, sin un equipo de referencia, con su desafío en el también estadio de fútbol del Levante UD. Hay un atrevido soñador que promovió esta bendita locura: el exinternacional César Sempere. Hoy no pierde nadie. Gana el rugby.