Tiquitaca y tikitaken

Regresó la Selección y con ella el juego de pases cortos continuos en busca del hueco por el que llegar sorpresivamente a la portería rival. A eso lo llamamos tiquitaca, término que no recoge el Diccionario.

La historia de esta palabra pasa por un artículo del entrenador argentino Ángel Cappa publicado en ‘El País’ en diciembre de 1994 y titulado El tiki y el toque. El que era entonces ayudante de Jorge Valdano al frente de la plantilla madridista defendía en ese texto el juego de asociación, de pase, frente a quienes acusaban al equipo de retener demasiado la pelota.

El seleccionador español de entonces, Javier Clemente, había ridiculizado ese tipo de juego con el término tiquitaca; frente a su genuino patapum parriba que los satíricos guiñoles de Canal+ le atribuían en aquel tiempo.

Un decenio después, Andrés Montes se involucró en dicho conflicto para revitalizar y prestigiar el tiquitaca durante sus narraciones del Campeonato del Mundo de 2006 en ‘La Sexta’, ya con Luis Aragonés al frente de la Selección española.

Ahora casi todos decimos el tiquitaca. Y podemos escribir la palabra tal cual se acaba de hacer aquí, con el mismo criterio con que usamos tacataca o tacatá (el andador con el que los bebés aprenden a caminar sin caerse), o tictac (onomatopeya del reloj). Algunos optaron en su momento por la grafía tiki-taka, que aún se ve, con ese gusto rupturista por la ‘k’ (ahí están okupa o bakalao).

La ‘k’ es una letra recién llegada al español, si pensamos en proporciones históricas. No la usamos para las palabras patrimoniales, sino para las que hemos tomado prestadas de otros idiomas. En las lenguas que descienden del latín (el italiano, el rumano, el catalán, el portugués, el francés...), la ‘k’ se limita también a esa función de marcar vocablos de origen foráneo.

Con todo ello, podemos imaginar que el tiquitaca español (ahora actualizado con la opción del ataque rápido) se escribirá así, con la ‘q’ y la ‘c’, el día en que encuentre su merecido lugar en el Diccionario. Para la imitación germana, lo que llamamos tikitaken, sí cabe usar la letra ‘k’ a fin de reflejar irónicamente la referencia a otro idioma.

Y ciertamente, el tikitaken se parece bastante al tiquitaca, pero no es lo mismo: ellos no tienen ni a Iniesta ni a Isco.

¡Que lo escriban con ‘k’!