JESÚS BALSEIRO

Se marchó Julián Merino: piloto de día, mecánico de noche

Superada la conmoción del accidente, el madrileño sólo dos costillas rotas, una fractura en un dedo del pie y numerosas contusiones.

Ernesto Arias

La mala noticia del día de descanso la dejó Julián Merino. Abandonó la carrera tras un accidente con su Yamaha en una pista rápida camino de La Paz, en la sexta etapa. Tuvo que ser trasladado en ambulancia al Hospital Arco Iris. Lo más importante es que está bien: superada la conmoción del golpe, sólo dos costillas rotas, una fractura en un dedo del pie y numerosas contusiones. Nada que este bombero madrileño no pueda superar sin incidencias.

Era uno de los participantes inscritos en la categoría 'Original by Motul', la más exigente, la que conserva todas las esencias del reto dakariano. Sin asistencias, tan pronto como llegaba al vivac y comía asumía las funciones de mecánico, relaciones públicas y jefe de logística, él solo contra el Dakar. Durante los primeros días le acompañó buena parte de su familia en Perú, también algunos de sus hijos. Ahora le arropan en la capital boliviana sus hermanos esperando que pueda regresar a casa cuanto antes. Subirá al avión pensando en la próxima, seguro que tiene alguna cuenta pendiente.