La maldición de las Ventanas

La jornada post-Ventanas fue un desastre mayúsculo para los españoles de Euroliga, a los que ‘secuestrar’ a sus internacionales les resultó bien poco. Como arrastrados por la maldición, perdieron los cinco. El jueves lo hicieron Valencia ante Olympiacos (lesión de Sastre, un ‘seleccionable’, incluida) y Baskonia, arrollado por el Fenerbahce. Ayer fue el turno del Unicaja, que no pudo con el Panathinaikos; del Barça, que llegó a estar 72-72 con el CSKA pero echó de menos líderes en la pista, y, finalmente, del Madrid, que cayó sorprendentemente contra el Estrella Roja. Conste en acta que tres de los verdugos de los españoles, Panathinaikos, CSKA y Fenerbahce, dejaron marchar algún internacional. De los españoles, sólo el Barça (Vezenkov con Bulgaria) hizo una excepción.

De todas las derrotas, la más inesperada fue la del Madrid. El Estrella Roja llegó colista al WiZink Center y se marchó rehabilitado. Son malos días para los de Laso. Las ausencias, lógico, pesan muchísimo. Ahora mismo, el Madrid tiene un déficit de talento enorme. Sin Randolph le faltan puntos; sin Ayón, pasión y baloncesto debajo de los aros; y sin Llull, que se comía las uñas en chándal y en el banquillo, alma y todo. De la supuesta influencia en el juego del gigante Tavares no hay nada de nada todavía y el Madrid es sólo Doncic. Rudy, que tuvo un roce raro con Laso, sacó casta pero ni el plan de los bajitos del técnico (Randle, Rudy, Doncic y Carroll) en el quinteto del último cuarto le alcanzó al Madrid, que queda en un terreno de nadie al que llevaba años sin asomarse.

Lo más visto

Más noticias