Arantxa inició la recolecta

Hay una aceptación general de que la Edad de Oro del Deporte Español despegó en Barcelona 92. Y es cierto. Pero eso no quiere decir que en esa época no tuviéramos deportistas de campanillas. Es más: teníamos a dos números uno, a dos de los campeones más importantes de nuestra historia. Uno era Miguel Indurain, que aquel año ganó su segundo Tour y su primer Giro, pero no estuvo en los Juegos porque hasta Atlanta 96, donde conquistó un oro, no compitieron los ciclistas profesionales. El otro era Arantxa Sánchez Vicario, que sí participó en Barcelona. Y con cierto éxito: no se colgó ningún oro, ni entonces ni después, pero se llevó el bronce en categoría individual, un 5 de julio como hoy, y la plata en dobles junto a Conchita Martínez. La cosecha del tenis la completó Jordi Arrese, también plata.

Arantxa ya había ganado Roland Garros en 1989 y había jugado la final en 1991, aunque lo mejor aún le quedaba por llegar: otros dos títulos en París y uno en el US Open. También alcanzó el número uno mundial en 1995, un reinado que discutía con Steffi Graf y Monica Seles, nada menos. Sumó cuatro medallas olímpicas: dos platas y dos bronces. Sólo hay un deportista con una más: David Cal. Y cuatro con las mismas: Joan Llaneras, Saúl Craviotto, Mireia Belmonte y Andrea Fuentes. Su espina fue no poder desfilar como abanderada. La candidatura se movió para Atenas 2004, donde regresó en el dobles, tras dos años retirada, para sumar sus quintos Juegos. Pero se aprobó una norma que prima los oros sobre las medallas, y la portadora fue Isabel Fernández. Un reglamento, por cierto, que luego sí ha tenido excepciones.

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