Luis Enrique, ante el desafío de dar cuerda para luego poder exigir

El listo de la oficina. Todos hemos tenido un compañero en el trabajo que a día 1 de enero tenía claro cuándo caía el Puente de la Constitución, la Purísima, la fiesta patronal, Semana Santa (eso es de nota) y que se adecuaba su calendario de vacaciones para empalmar días festivos como si fueran piezas del Lego. Mientras tú palmabas un fin de semana tras otro y te veías solo en la redacción en un Viernes Santo, el susodicho se montaba una ingeniería vacacional que le otorgaba diez días de vacaciones de tirón. El listo de la oficina, además, no contento con eso, desde que descubrió las Redes Sociales te bombardeaba con fotos de piscinas de cruceros, daiquiris en la arena y aguas cristalinas mientras tú lo único que oteabas era un planillo con cuatro páginas por llenar. Pues bien, el ‘listo de la oficina’ ha llegado al mundo del fútbol y se llama Neymar.

Más mérito. Neymar es un genio que supera al listo de turno. No sólo tiene en su mente una hoja de cálculo con los puentes y fiestas de guardar. Si no que le añade la variable del cumpleaños de su hermana y el código sancionador del Comité de Competición. En su inmensa genialidad, Neymar consigue que cuadren las cinco amarillas con el día que nació Rafaella y la primera semana que el Barça no tiene partido en laborable de todo el año... ¡por segunda vez consecutiva! Eso es de genio. Y ante eso, a Luis Enrique no le queda más remedio que aplaudir y empezar la parte difícil del plan. La gestión humana de los cracks. Que es capaz de ganar títulos, ya lo ha demostrado, ahora le falta lidiar con la parte de relaciones laborales, que comporta dar cuerda a los imprescindibles para exigirles en un futuro que rindan a plena satisfacción.

Buen tipo y buen jefe. Es difícil ser buen jefe y ser buen tipo. Guardiola ya demostró con Messi que destensar la cuerda y dejarle ir a los Juegos Olímpicos de Pekín acabó siendo una medida acertadísima. Concederle un permiso a Neymar para celebrar la conjunción de acumulación de tarjetas, cumpleaños de la hermana y semana limpia puede ser un aliciente para que el brasileño se salga en el tramo final de la temporada.

A largo plazo. También puede servir para que Neymar descarte la Copa América de su calendario veraniego y únicamente dispute los Juegos Olímpicos.

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