Bartomeu, Tebas, la FIFA y los niños

Me gustó que Bartomeu dijera que le parece injusto el castigo al Madrid y el Atlético en la cuestión de los niños futbolistas. No recuerdo una solidaridad así hacia el Barça cuando pasó por eso. Pero, aun alabando la forma, no sé si estoy del todo de acuerdo en el fondo, ni con la postura de Tebas en el asunto, aunque respeto su papel. El tráfico de niños futbolistas arrancó hace ya tres decenios, ha ido a más y España es la Meca del asunto. Y aunque se entiende que para cualquier niño es un buen destino la cantera del Barça, el Madrid o el Atlético, hay que poner unas normas. Y las normas son para todos.

Desde luego que el caso de los Zidane desacredita la sanción. Quizá los padres, aun viviendo sobre todo en España, hayan mantenido la residencia oficial en Francia y de ahí el equívoco. Cualquiera sabe, porque el Madrid es muy opaco en esto como en todo. Tampoco la situación actual de la FIFA, con su cúpula perseguida, inhabilitada o incluso encarcelada por un ejercicio continuo de corrupción, le facilita vestirse de adalid de causas edificantes. Y sin embargo, me parece bueno separar las cosas. En la FIFA se ha robado mucho, pero eso no quita que algunas cosas las haya enfocado bien.

A la Europa rica han venido por millares niños de zonas pobres de la tierra. Algunos han llegado a futbolistas profesionales, la inmensa mayoría, no. Los que no, han sufrido desarraigo, abandono. El asunto alcanzó tal escala que la FIFA tuvo que regularlo, con normas iguales para todos, lo mismo para el Barça, el Madrid o el Atlético, con sus estupendas academias, que para el último club de Ucrania, pongamos por caso. Son normas que no deben suprimirse. Basta con cumplirlas, aunque podrían afinarse más. Pero recolectar niños en busca de un improbable Messi no es cosa que me parezca buena para nada.

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