Miguel Vidal y aquel periodismo heroico

Ayer tuvimos un acto singular en AS: la presentación del libro ‘Enviado Especial’ de Miguel Vidal, redactor brillante (él no admitiría que le llamara redactor estrella) de este periódico en sus orígenes. Su libro narra un tremendo ejercicio de sacrificio y voluntad. Nació en el centro de la isla de Mallorca y cuando salió al mundo conoció el reparto de funciones que la España de entonces ofrecía a los nativos de su isla: hostelería o magisterio. Él lo que quería era ser periodista. Con esa vocación y con el inglés que aprendió ligando con las extranjeras pioneras del ‘boom’ turístico consiguió abrirse un camino.

Le costó. Lo cuenta en el libro. En Madrid fue lo que entonces se llamaba un ‘clochard’, ahora un ‘homeless’. José María García le dio un día setecientas pesetas. A partir de ahí, con imagen más presentable y la misma voluntad de siempre, empezó a trabajar en ‘Informaciones’, de donde saltó a la redacción fundacional de AS. Ahí encontró quien creería en sus propuestas: Rienzi. Aquel organizador discreto del primer AS apostó por sus ideas, por sus viajes alrededor del mundo, por sus series de los viejos dioses olímpicos, por su nuevo periodismo. Por su forma de contar los personajes, en fin.

El de ayer fue el primer acto de las Bodas de Oro de AS, que se cumplirán en dos años. Miguel Vidal perteneció a su primera redacción, como varios compañeros que acudieron ayer. El de hoy es un AS distinto. Sus límites no los marca ya el alcance de las furgonetas. Se lee, vía internet, en todo el mundo, tiene ediciones digitales propias en Chile, Colombia, México y Miami y proyecta otras. Aquel espíritu pionero que impulsó a Miguel Vidal a dar la vuelta al mundo sigue presente. Miguel Cardenal dijo del libro y su autor: “Ha sabido narrar la épica que ha hecho grande al deporte”. Ese ejemplo queremos seguir.