Carolina Marín y su entorno

En España tenemos a la mejor jugadora de bádminton del mundo. Empezó a jugarlo en Huelva con 8 años; dadas las cualidades que se le apreciaban, con 14 se fue a Madrid para terminar de formarse en el grupo de élite de la Federación. Las condiciones para convertirse en una muy buena jugadora las tenía: rapidez, flexibilidad, tesón, energía, competitividad... Pero de ahí a poder ser una campeona va un trecho. De eso se ha encargado Fernando Rivas, su entrenador. Si el mérito de Carolina Marín es enorme, también es justo reconocer el de Fernando Rivas, quien ha sabido aplicar el trabajo y la estrategia que ella necesitaba para sacar a relucir su mejor versión en competencia con las mejores jugadoras del mundo.

España se está mostrando como un país de excelentes deportistas, y también de grandísimos entrenadores. El baloncesto creció con Ferrándiz, el balonmano con Juan de Dios, el waterpolo con Jané, hemos sido campeones del mundo de fútbol con Del Bosque, de baloncesto con Pepu Hernández, de balonmano con Juan Carlos Pastor... Ahora Rivas tiene mucho que ver en los éxitos de Carolina. Se quita méritos, o al menos los comparte con el equipo que rodea a su jugadora. Esto quiere decir que hay una estructura que funciona, y por eso es una pena las diferencias abiertas con David Cabello, el presidente de la Federación. Carolina es una estrella, con buenos profesionales alrededor. El primero, Rivas. No estropeemos todo esto.