Bernie Ecclestone a veces tiene muy poca gracia

Madrid

Bernie Ecclestone es un personaje peculiar, no descubro nada nuevo al decirlo. A menudo tiene ocurrencias simpáticas, declaraciones ingeniosas y salidas de tono inesperadas. Estamos acostumbrados a ello y ya nos sorprende menos aunque en ocasiones lo consigue, incluso mostrándose poco acertado y nada diplomático. Es el caso de la valoración que ha realizado de un hipotético regreso de Michelin a esa Fórmula 1 que él mismo maneja. Me han parecido muy desafortunadas, irrespetuosas y equivocadas. Alguien con su responsabilidad y trascendencia jamás debería atacar de ese modo a una empresa, mucho menos cuando se trata de una del prestigio y la tradición en la competición de la francesa.

Se podría discutir si el pliego de condiciones que presenta Michelin para su retorno a los grandes premios es acertado o no, seguro que tienen argumentos sólidos para defender sus planteamientos. Lo impresentable es que el patrón de la F-1 ni siquiera respete ese punto de vista y prácticamente se mofe de conceptos que desde luego no tienen nada de ridículo. Son en todo caso opiniones dignas de consideración y aptas para el debate, así que no entiendo que Ecclestone directamente las dinamite y con malos modos. Puede que sea el jefe de un circo que ha montado a su estilo y para su beneficio, aunque no debería olvidar que para mantenerlo precisa de algunos socios esenciales. Y que los monoplazas tengan neumáticos se antoja imprescindible. Veremos si con el tiempo no tiene que desdecirse de su propia verborrea. Aunque tampoco le costará hacerlo si le conviene…

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