McLaren no ha cumplido su palabra

Nos habían prometido que en el GP de España todo iría mejor. No como para tirar cohetes, pero al menos sí una evolución significativa y apreciable. McLaren y sus socios de Honda se han instalado en el recurso de pedir paciencia, con tiempo solucionarán sus problemas y la primera demostración de ello llegaría en Barcelona. Pues no ha sido así, por mucho que ellos pretendan envolver en papel de regalo un auténtico desastre. Alonso retirado y Button último virtual si consideramos que los Manor corren en otra categoría que no es F-1. Primera decepción y primer engaño clamoroso desde Woking, que nos llevará a dudar de cuanto pronostiquen a partir de ahora, al menos hasta que demuestren que sus argumentos son algo más que palabrería.

Los silencios de Alonso cuando se le pregunta por la situación dicen más que sus declaraciones; se toma unos instantes, titubea e intenta encontrar argumentos para la esperanza, busca dar moral a la tropa y no pecar de derrotista ante una batalla que se presenta cruenta. No le queda otra, sin duda, pero da la impresión de que poco a poco va tomando conciencia de que la situación es más grave de lo que imaginaba. Al menos de puertas hacia fuera no se rinde, porque para discurso pesimista ya tenemos el de su compañero; que un tipo prudente y experimentado diga que no cree que sean capaces de puntuar en toda la temporada resulta escalofriante. Toca ya pensar en 2016, sólo que con este panorama incluso da miedo hacerlo si las cosas no cambian mucho

Lo más visto

Más noticias