Lopetegui en los días grandes

Todo el mundo coincide en que Lopetegui es uno de los técnicos incipientes con más futuro del panorama fútbol. Existe cierto inmovilismo desde hace años en este sentido. Vacas sagradas como Mourinho, Guardiola, Ancelotti, Pellegrini, Wenger, Klopp o Van Gaal se han ganado el crédito ampliamente, pero cada vez aguantan peor el tirón de los nuevos. Por que sí, se agradece que surjan nombres nuevos. Algo similar a lo que ocurrió recientemente con Simeone o este año con Luis Enrique. Por lo general son entrenadores que conocen a sus rivales mucho mejor de lo que los rivales les conocen a ellos. En realidad les han estudiado y les han puesto como ejemplo. Lograron empaparse tanto de los métodos de los mejores que eso les permite ahora estar entre los mejores. Como Lopetegui con Guardiola. Lo situó como referencia hasta incluso aprender a ganarle.

Sirva como ejemplo la ida en O Dragao. Tuve la sensación, cuando días antes fui a entrevistarle, de que Lopetegui sabía exactamente cómo frenar a su gigantesco rival: presión selectiva a los centrales, anulación de Xabi Alonso, juego interior cerrado, dominio por alto del área... Algo parecido a lo que deberá aplicar en la vuelta en el Allianz, aunque con el inconveniente de que ninguno de sus laterales, Danilo y Alex Sandro, estará disponible. En los grandes días es cuando se ve a los grandes entrenadores y hoy es uno de ellos. Hasta ahora Lopetegui siempre dejó un buen poso en situaciones así, desde finales ganadas de Eurocopas Sub-19 y Sub-21 hasta lo de hace una semana frente al poderoso Bayern. El reto es mayúsculo para él y su joven Oporto y merece la mejor de las destrezas. Eliminar a Guardiola y alcanzar las semifinales le darían un nuevo estatus. El de los mejores.