Gestionar la decadencia, reto de Sáez

Poco cabe discutir a José Luis Sáez Regalado de su capacidad para la gestión y organización de un ente u organismo: el que sea. Es ese el intangible del que más se enorgullece el presidente de la Federación Española de Baloncesto. De hecho, cuando se le pregunta cómo cambiaría rumbos tan caóticos como el de su querido Real Betis Balompié, la respuesta de Sáez no se desvía del mismo mantra: gestión, organización y más gestión. Él lee libros sobre liderazgo... y sobre gestión. Natural.

Pero ahora, en la hora del peor fracaso deportivo de su presidencia (“la vida es dura”, filosofaba Sáez tras la noche triste, recuerde el alma tranquila)... al gran gestor le llega el gran desafío: gestionar el fracaso a corto plazo... y gestionar a medio plazo la inevitable decadencia de la mejor Selección de todos los tiempos en el baloncesto español. Nada será ya lo mismo. Orenga quedará atrás. La cuestión es negociar con el ocaso de los júniors de oro y recomponer (si es posible y con vistas a Río 2016) el cristal roto en los dos Gasol y Navarro. Viene decadencia. El gran reto es gestionarla.