Una salida que no hay que perderse

Hay instantes que valen una eternidad. Pedacitos de tiempo que nos atrapan por su emoción e intensidad, sin necesidad de que se prolonguen más allá de lo imprescindible. Como aquel suspiro que duró el gol de Iniesta en la final del Mundial de fútbol, que hizo realidad el sueño de millones de españoles... No diría yo que la salida del GP de Mónaco de hoy vaya a alcanzar tal categoría, desde luego, pero sí que es muy probable que los primeros metros en Montecarlo tampoco nos dejen indiferentes. Para mi gusto pocas arrancadas de F-1 lo hacen, pero la que nos aguarda en el Principado puede quedar en el recuerdo de un gran premio tan excepcional que es capaz de provocar situaciones como las que van a protagonizar los dos pilotos de Mercedes.

Tengo la impresión de que el buen rollito se está agotando en la escudería alemana, ahora que nos encontramos ya en un punto en el que todo indica que el título mundial se resolverá en su box. Hamilton lleva cuatro victorias consecutivas y quiere, claro está, la quinta pero se ha encontrado con un Rosberg que siempre se muestra inspiradísimo en la que considera su casa. Que el británico diera a entender que su compañero había forzado una salida de pista para provocar una bandera amarilla es un síntoma indiscutible de que ya no piensan perdonarse nada. Así que hoy se citan en la primera curva de Mónaco, Nico ansioso por acabar con la racha de Lewis y éste enrabietado con lo que ha ocurrido y tan poco le ha gustado. Saltarán chispas... y puede que algo más.

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