Turbulenta semana de Alonso

Coincide la carrera más carismática de la Fórmula 1, la de Mónaco, con el momento más bajo de Alonso en Ferrari, después de un año entero sin ganar (la última victoria fue el 12 de mayo de 2013). La fiabilidad del coche no se pone en duda, porque desde entonces han transcurrido diecinueve carreras, y Alonso las ha terminado todas. Pero no en los puestos que él deseaba, ni nadie en la escudería. Por eso se han hecho cambios. El último, el de jefe de equipo. Mas el propio Alonso ha creado esta semana dudas sobre Mattiacci, el nuevo jefe: “En realidad no ha cambiado nada, aún tiene que aprender, lleva sólo un mes en el equipo”. Son palabras llenas de cargas de profundidad, porque será la verdad, pero se puede decir de otra manera.

Lo peor es que esto no tiene pinta de que vaya a cambiar ni a medio plazo. En Ferrari están inquietos porque las mejoras no acaban de llegar, y Alonso por su parte da síntomas de comenzar a cansarse. Su presunta declaración de guerra —“es curioso que me alaben en Mercedes y no los míos”— fue respondida por el presidente de Ferrari, Montezemolo, con una declaración de paz: “Alonso es el mejor piloto del mundo, da siempre el 200%”. En medio de este cruce, va Ron Dennis y dice: “Alonso sería bienvenido en McLaren”. Son demasiados gallitos hablando sobre un gallo harto de no ganar. Algo hay, porque el propio Alonso ha dado pie. Este fin de semana, con la carrera, se abre un compás de espera. Según sea el resultado, veremos si sigue la tormenta.

Lo más visto

Más noticias