Márquez y la espinita de Jerez

Parece obvio que Marc Márquez, como la mayoría de los pilotos, no necesita ninguna motivación añadida para ganar. Sin embargo, es cierto que en ocasiones se concitan circunstancias particulares que pueden aportar un pequeño plus a esta ambición de triunfo: correr el gran premio de su país, una efeméride concreta, un circuito talismán, un reto específico… En ese sentido, el GP de España de este próximo fin de semana sí tiene una característica diferenciadora para el arrollador líder del Mundial de MotoGP, puesto que jamás ha sido capaz de imponerse en un escenario tan cargado de simbolismo como el de Jerez. Dos segundas posiciones y una tercera son los mejores resultados del ilerdense en la pista gaditana, algo que seguro le gustaría mejorar ya este mismo domingo.

Es cierto que los puntos, las victorias, valen lo mismo en un circuito que otro; en definitiva lo que queda para la historia son los títulos mundiales, no tanto los diferentes récords que se puedan batir y que carecen de más valor que el estadístico. Pero para los españoles, e incluso diría que para cualquier piloto, vencer en Jerez es algo especial por su ambiente único, así que es evidente que Márquez también desea añadir este triunfo a su palmarés. Por si fuera poco, para conseguirlo se enfrenta al desafío añadido de doblegar a tres rivales como Pedrosa, Lorenzo y Rossi que son consumados especialistas en el trazado andaluz. Con todo esto es indiscutible que el campeón regresa a Jerez con más ganas que nunca y dispuesto a prolongar su racha exitosa a un cuatro carreras… antes de empezar a pensar en la quinta.