Un caníbal camuflado con sonrisa
El 28 de octubre de 2012, Lorenzo y Márquez ganaron en Australia los títulos de MotoGP y Moto2, en el precioso trazado de Phillip Island. Ya por la noche, las respectivas celebraciones de ambos coincidieron en la discoteca más animada de Cowes, frente al restaurante Isola di Capri, en el que Rossi y Biaggi tuvieron hace muchos años su primer amago de llegar a las manos. Jorge y Marc no tuvieron problema alguno, pero me llamó la atención un detalle que revelaba el descaro del ya hoy campeón de la clase reina...
En plena fiesta con los suyos, dando saltos en la pista de baile, alguien se acercó al ilerdense y le dijo que el mallorquín estaba también allí, en un reservado, y que se acercara a saludarle. Su respuesta ante la invitación fue tan clara como contundente, en una especie de ‘Que venga él aquí’. No tenía la más mínima intención de rendir pleitesía al campeón de los campeones y, visto con la perspectiva que da el paso del tiempo, probablemente aquella misma noche Márquez ya tenía a Lorenzo en su punto de mira para destronarle. Alguien del entorno del 99, viendo disfrutar de aquella noche al 93, me dijo: “Es peor que Rossi. Te engatusa con la sonrisa y en realidad es un caníbal”. Lo clavó.