Diego Costa, con Villa muy cerca...

Ya está, Diego Costa ya es del grupo. Y le acompaña Villa, renacido durante estas últimas jornadas, más Negredo. Parece como si lo de Diego Costa hubiera tenido la virtud de resucitar a los delanteros centro españoles que Del Bosque ha venido manejando, y con ninguno de los cuales terminaba de quedarse. Además de Villa y Negredo, están Llorente, que va renaciendo (al Madrid le ha marcado aquí y allí) y Soldado,que va bien en el Tottenham. Torres ha mejorado con Mourinho, aunque se acaba de lesionar, lo mismo que Michu en el Swansea. Y de repente se viene arriba otro jugador de gol, Callejón.

Pero Diego Costa está por delante de todos. Está saliendo a gol por partido, empata con Cristiano en la tabla del Pichichi, con cinco más que Messi. Es una barbaridad. No nació español, pero ahora lo es. Tenemos muy cerca el precedente de Senna, que contribuyó no poco a la Eurocopa de Viena, así que no es ningún precedente. El precedente se estableció con Kubala, hace ya sesenta años. Desde entonces han sido muchos, con o sin origen español. Diego Costa, además, simboliza el estallido del Atlético de estos días, que ha venido a romper la monotonía de la Liga bipolar.

A su lado se ha venido felizmente arriba Villa, que desde la lesión en el Barça no había levantado cabeza. "Pequeñas sociedades hacen grandes equipos", decía Menotti. Ellos dos forman una buena pequeña sociedad, dentro de esa gran y buena sociedad que es el Atlético de estos días. Se apoyan, se ven, si no se ven se adivinan, se compenetran, se mejoran el uno al otro. De eso se puede favorecer ahora la Selección. No será el impresentable partido de Guinea el ideal para comprobarlo, pero habrá ocasiones más allá. España tiene un nuevo jugador, eso es bueno. Eso sí: mejor si se controla un poquito.