Y además tapa bocas

A su ritmo. El Atlético sigue en la puja con el Barcelona por el primer puesto en el campeonato liguero. Había cierta expectación por ver qué hacía el equipo rojiblanco después de haber perdido en su última salida, ante el Espanyol. Los que esperaban un nuevo tropiezo del Atleti tendrán que esperar. Sin hacer un partido brillante, los del Cholo sacaron tres puntos muy importantes y dejaron una muestra más de equipo sólido y complicado de ganar. Y sin jugar al límite, como dijo Alcaraz, el técnico local. Hay veces que los entrenadores hablan por no callar...

Saludo frío. Quizá por ello el saludo entre ambos técnicos fue bastante frío. El fútbol español, y el europeo, han sabido reconocerle al Atlético sus méritos. Pese a que no haya sido incluido entre los mejores técnicos del año, Simeone ha sido elogiado por todos sus rivales. Alcaraz ha debido ver muy pocos partidos del equipo madrileño esta temporada. Me imagino que los vídeos para analizar a su rival de anoche, para ver sus cosas positivas y sus debilidades. Pero poco más. Porque una cosa es jugar con intensidad y otra jugar al límite del reglamento. Al final, al entrenador del Granada sus palabras se le volvieron en contra y perdió... por dos penaltis. Además, muy claros.

Los penaltis. El que marcó Diego Costa fue el penalti 300 a favor del Atlético en Liga. Y el que convirtió Villa fue el 301. De ellos, 200 han sido señalados a favor como local. Y el que transformó Costa en Los Cármenes fue el número 100 a domicilio. El Atlético tiene dos buenos especialistas en este sentido y lo pusieron de manifiesto en el encuentro. Un dato que habla muy bien del Guaje a la hora de lanzar desde el punto de penalti: ha tirado 35 en Liga y 32 fueron gol. Para un equipo que aspira a todo es primordial tener jugadores que estén acertados desde el punto de penalti. Ayer los dos lanzamientos significaron los tres puntos.

Costa. Otro golito más y van 12. Se dice pronto, 12 tantos en once jornadas. En la historia del Atlético sólo un jugador ha hecho más tantos en estos once primeros partidos: Pruden. Diego Costa volvió a dar muestras de su excelente estado de forma y de ser un jugador de primer nivel. Pero por encima de cosas, números y goles, una cosa me llamó mucho la atención del encuentro: Costa lanzó el primer penalti y el segundo lo tiró Villa. El hispano-brasileño dejó a un lado su interés particular por el del equipo. Otro  más egoísta hubiera pensado en lanzar el segundo penalti, pero está claro que en el Atlético lo que importa es el conjunto, el bloque. Si uno lo piensa fríamente la inclusión de Diego Costa en la Selección española podría suponer que Villa saliera del equipo. Si va el máximo goleador de Liga, Soldado, Torres o Villa, por ejemplo, pueden dejar de ir. Pero el Atlético está por encima de esas cosas y por eso el equipo está donde está. El abrazo entre ambos cuando los dos penaltis acabaron en gol seguro que emocionó a muchos atléticos.

Fiesta. Lo malo fue que el Atlético le volvió a dar emoción al partido en los instantes finales. Como ante el Celta. Como ante Osasuna. Lo mejor es que el domingo toca fiesta. El domingo vendrán más de 5.000 peñistas de todas las partes de España. Se celebra el Día de las Peñas y Madrid se vestirá de rojiblanca. Lástima que el Barcelona esté haciendo también un arranque de Liga espectacular. Únicamente eso ensombrece lo que está consiguiendo el equipo del Cholo. Un puntito solamente separa a los colchoneros del liderato. Y sin jugar al límite ni hacerlo al borde del reglamento.

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