La alocada frescura de la juventud
La precocidad en el deporte moderno es tanta que ahora un piloto con 25 años parece un veterano. Muchos empiezan a disputar el Mundial a los 16, así que cuando alcanzan el ecuador de la veintena llevan ya una década en los grandes premios. Y con los años, los que somos más mayores lo sabemos bien, la percepción de las cosas cambia. Bajo estas líneas tenemos un ejemplo clarificador al respecto. Mientras que Lorenzo (sobre todo) y Pedrosa (en menor medida) nos cuentan lo delicada que estaba ayer la pista de Sepang tras el chaparrón que precedió a la calificación, Márquez también coincide en que sí estaba algo mojada... pero su resolución del conflicto fue bastante diferente: arriesgar en la última vuelta para conseguir la pole y un tiempo estratosférico.
Con este argumento no pretendo decir, ni muchos menos, que Jorge o Dani sean de los que se arrugan o no estén capacitados para hacer lo mismo que Marc. Simplemente me refiero a una realidad que tiene mucho que ver con la polémica a la que hemos asistido durante las dos ultimas semanas, tras el ya famoso incidente en MotorLand entre los pilotos del Repsol Honda. Es una cuestión de perspectiva y por eso veo harto improbable que los implicados lleguen a ponerse de acuerdo al respecto. Lo que para Márquez es diversión y arrojo, para sus rivales puede transformarse en riesgo y agresividad. Y desde ese distanciamiento de conceptos creo que los problemas entre estas dos generaciones de campeones no han hecho más que empezar...