Los cuartos no ganan los títulos

Ferrari no tenía coche para Alemania pero sí tenía un plan secreto: ser los más listos del tinglado. ¿Y en qué consiste esto? Pues muy fácil; que los de Red Bull, Mercedes y Lotus, que han trabajado mejor y son más rápidos que Ferrari, se supone que no habían caído en que saliendo octavos, por detrás de un Toro Rosso y Massa, podían lograr una victoria. ¡Brillante! Total, que en contra de lo que había planeado el jefe de equipo Domenicali, Ferrari no lograba ni el primero, ni el segundo, ni el tercer puesto, conseguía una increíble cuarta posición. ¡Más vale cuarto en mano que primero volando, debió pensar don Stefano! ¿Y Vettel? Primero y más líder del Mundial. Pero no pasa nada, Alonso podía haber quedado quinto. O sexto. O séptimo.

Heroico. Irrepetible. Mágico. Todo mentira. El cuarto de Alemania es un fracaso morrocotudo. Y ya no cuela el pensamiento único italoasturiano que postula que todo está en el aire. A estas alturas de la temporada no vale hablar de remontadas, ni de mejoras del monoplaza, ni de mala suerte, ni del calor que hace. Ferrari está a la deriva, sin rumbo, y si Fernando no toma el mando y da un golpe de efecto, el título va a volar a Red Bull. O a Mercedes. O a Lotus. A cualquiera menos a Ferrari, que es la marca que peor ha preparado la temporada. Y van desde Raikkonen en 2007. Aquello se ganó con la resaca de lo que dejaron Brawn y Todt, pero seis años después no queda nada, excepto la idea de salir octavos para ganar el título mundial.

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