¡Caramba con Alonso!

De la preocupación....a la euforia. Ésa ha sido mi transición durante este GP de España. Antes de que empezara la acción tenía muy buenas sensaciones, que se refrendaron en los entrenamientos libres del viernes. Sin embargo, el resultado de la calificación supuso un jarro de agua fría para mis expectativas, porque pensaba que Alonso estaría luchando sin duda por la pole. Nada estaba perdido, era obvio, pero asumir los riesgos de una salida desde la quinta plaza alimentó mi preocupación, aunque seguía confiando en la calidad del asturiano y en el potencial de un Ferrari, que este año sí, es tan competitivo como merece quien se pone a sus mandos. Y así ha sido. Magnífica victoria de Fernando ante su público, con una solvencia que sólo nos puede invitar a soñar con muchas más... y con ese título que tanto anhelamos.

Talento sin medida. Me daba miedo la arrancada y la primera vuelta acordándome de lo que ocurrió en Sepang. En Montmeló Fernando lo intentó en la recta pero modulando a la perfección el peligro que suponen esos primeros metros. Fue paciente... sólo lo imprescindible. En cuanto lo vio claro, machacó con un exterior para el recuerdo nada menos que a Hamilton y Raikkonen. Sí, dos pilotazos campeones del mundo que todavía deben de estar preguntándose cómo demonios pudo pasar Alonso por ahí.

Trabajo de equipo. Tópico al canto: la Fórmula 1 también es un deporte de equipo. No puedo ahorrármelo porque si el ganador estuvo enorme en este GP de España, su escudería no desentonó en absoluto. Acertaron en la estrategia y en las paradas (aunque en la primera se precipitaron unas décimas al sacar a Alonso justo cuando llegaba Hamilton, por muy poco no hubo lío), así que el asturiano sólo tuvo que dedicarse a hacer lo que sabe como pocos: pilotar al límite. Y si en el circuito estuvieron de diez, tampoco olvidemos el trabajo que durante las últimas semanas han hecho en Maranello. El F138 de ayer parecía incluso más competitivo que el de las primeras carreras, toda una oda al optimismo. Porque el tercero de Massa es igualmente sintomático. Ya lo indicaban en Ferrari en la celebración de este doble podio: 'P1- P3, caramba!

Premio a la afición. También me alegra mucho el triunfo de Alonso por la satisfacción que supone para sus seguidores, incluyendo los que estaban en el circuito de Cataluña. Él mismo lo dijo y lo secundo plenamente: ir hoy a un gran premio es un sacrificio económico mayúsculo para la mayoría, así que volver a casa con la alegría de la victoria hace más llevadero asumir que tienes unos cientos de euros menos en el bolsillo. Y la afición no le falló a su ídolo, nunca lo ha hecho... ¡Son grandes!

Cosa de tres. Aunque todavía es pronto para que las conclusiones sean vinculantes, la lógica invita a pensar ya que este Mundial es cosa de tres, pilotos y equipos: el líder que aún lo es Vettel, un sorprendente Raikkonen y nuestro esperanzador Alonso. Desastre absoluto de Mercedes y tampoco McLaren levanta cabeza. Fernando ha dado un paso adelante importante con esta victoria, ya es tercero en la tabla de puntos y su déficit se reduce de 30 a 17. Estoy seguro de que, tras su exhibición en Barcelona, Vettel ha dormido anoche un poco menos tranquilo. Con un buen coche, Alonso es temible... y ahora sí que lo tiene. Preparémonos para disfrutar.

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