Sin Khedira y sin remedio

Essien quizá sea un solvente mediocentro (lejos, eso sí, de sus mejores días), un futbolista comprometido y disciplinado y hasta una buena niñera de los hijos de Mou, pero nunca un lateral izquierdo. Ni en circunstancias adversas, que se dan, pero no tanto como para no probar ahí con un canterano. Hay ocasiones en que resulta mejor conocer el puesto que conocer el oficio. Pero Nacho se quedó en la grada. Y cuando se rompió Khedira no quedó otra solución que tirar de Modric en lugar de otorgar a Essien un papel más natural. Dos errores en uno.

El duelo fue de máxima exigencia, de esos diez en los que, a lo largo de un año, el Madrid se ve en verdadero peligro. Y la situación superó al ghanés, permanentemente desafiado por un futbolista superior, Götze. Un enemigo demasiado vertical, demasiado rápido, una pesadilla. Y Essien se quedó en la buena voluntad, en alguna incorporación lastrada por el cambio de pierna y en un único centro potable que no cazó Benzema. Si la cantera no da para sacar un segundo suplente de Marcelo, Valdebebas es un lujo inexplicable.

Lo más visto

Más noticias