Buena nota en examen sencillo

Sahin había jugado hasta anoche 378 minutos repartidos entre seis partidos: dos intrascendentes (ante Dinamo de Zagreb y Ajax en Champions con el equipo clasificado para octavos), dos sencillos (ante la Ponferradina en Copa) y dos resueltos (tuvo ratitos ante Osasuna y Real cuando ambos ya cargaban con la goleada en los lomos). Descartada la intrascendencia en el caso de unos cuartos de Champions, su inesperada titularidad sólo se explica en que Mourinho, como la inmensa mayoría, lo vio entre sencillo y resuelto desde la mañana del sorteo. Y le sirvió también para volver a colocar a Granero en cola de pelotón tras su falta ante el Málaga.

El partido, en cualquier caso, le cayó como un guante a Sahin: poco rival, poco ritmo, poca exigencia física, mucha posesión y la red de un partido de vuelta en el Bernabéu. En cualquier caso, dejó la impresión de que anda mejor de lo que parecía indicar su permanente travesía entre el banquillo y la grada. También que su cabeza está más fresca que sus piernas. Se manejó sin riesgos, con soltura, le dio un balón para empujar a Benzema (que lo empujó fuera) y estuvo muy por encima de Khedira, lo que prueba que es mejor poner un creador que ninguno. Pinta que hay jugador, pero sospecho que Mou no le pondrá cuando llegue la hora de la verdad.

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