¿Qué dirían Bahamontes e Hinault?

Después de la pésima etapa de ayer, me pregunto qué podrían pensar leyendas del ciclismo como Bahamontes, Bernard Hinault o Marco Pantani tras la pésima exhibición que nos ofrecieron los corredores en una de las etapas míticas del Tour. El Aubisque, que ha encumbrado a lo largo de la historia a grandes escaladores, asistió a una nueva demostración de lo que se está convirtiendo el ciclismo moderno. Porque es una verdadera desilusión para mí, como para los que de verdad hemos conocido el auténtico ciclismo, ver a 130 corredores coronar el Aubisque sin que ningún valiente corredor haya tenido la iniciativa de escaparse del pelotón, cosa que era impensable hasta hace no mucho tiempo. Es lamentable que no haya habido ningún ataque hasta que no faltaban 30 kilómetros para llegar a la meta. Uno de los motivos: al equipo del líder no le interesaba forzar la maquinaria y por eso no ha habido ninguna sorpresa en el Aubisque.

Por eso, le doy un suspenso a estas dos etapas que llevamos en los Pirineos. Pero tengo profundas esperanzas en que en la sesión de hoy se pueda vislumbrar una pizca de espectáculo. Y éste pasa por los hermanos Schleck, que deberán atacar para echar finalmente a Alberto Contador de la lucha por el Tour y para sacar un poco más de tiempo a Cadel Evans en la clasificación. El madrileño sabe que la etapa de mañana es una de las últimas cartas que tiene bajo la manga para intentar hacerse con esta edición de la ronda gala.

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