Primeras balas del Pistolero

El Pistolero de Pinto no disparó ayer balas de fogueo. En una subida insignificante de dos kilómetros hizo un derroche de facultades. Su ataque rompió el pelotón, si no llega él a moverse estoy convencido de que hubiera ganado Hushovd al sprint. Su ritmo provocó cortes en el grupo de favoritos y aún tuvo fuerzas para un rush final que casi le da la etapa. No valoro tanto el hecho de que quedar tan cerca de la victoria como la demostración de que ya está a un altísimo nivel, lo que me hace ser optimista para cuando lleguen las etapas pirenaicas, en las que puede sacar diferencias más ostensibles que esos ocho segundos que le ha recuperado a Andy Schleck. Con todo, esta breve ganancia debe tener un gran efecto moral para Alberto Contador, que se ha demostrado a sí mismo y a sus rivales que es el más fuerte. Y una preocupación para sus adversarios vista la fuerza con que se ha empleado. Los 24 segundos que perdió en la contrarreloj por equipos son ahora una nimiedad comparados con los ocho en sólo dos kilómetros de subida. El minuto y medio que le lleva Andy Schleck no parece tan irrecuperable con todo lo que queda de Tour.

Una pena que no haya podido rematar su exhibición con la victoria y que le haya faltado tan poquito para conseguirla. Pienso que Alberto, que miraba constantemente para atrás, estaba esperando que atacara Gilbert y cuando se dio cuenta de que la victoria estaba ya entre Cadel Evans y él fue cuando arrancó, pero lo hizo un poquito tarde y no le dio tiempo a remontar.

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