La filosofía del talonador y del boya
En un corrillo con varios periodistas posterior a su toma de posesión, preguntamos a Albert Soler por su andadura como deportista. Además de recordarnos su marca de 2 horas y 58 minutos en maratón, nos contó su experiencia en deportes de equipo. Al waterpolo, que practicó con el Mediterrani en División de Honor, jugó en el puesto de boya. Y al rugby lo hizo con el Universitari de talonador o 2. ¿Qué tienen en común ambas demarcaciones? Pues mucho, como nos aclaró el reciente secretario de Estado: "Son dos posiciones de dar y recibir palos, estoy acostumbrado...". No pude contenerme y le comenté que no se me ocurría mejor aprendizaje para un político. "Sin duda, si hay que dar palos o recibirlos, estoy bien preparado...". Y sonrió.
Albert ha tenido un doble aprendizaje. Por un lado está esa condición de deportista. "Que no sé si es mejor o peor para este cargo, pero el deporte lo llevo dentro desde que iba a la piscina con seis años". Y por otro está la escuela de Jaime Lissavetzky, al que considera sin tapujos como su "maestro". Estas son las armas del nuevo secretario de Estado, alguien sin miedo a los palos... A darlos y a recibirlos.