El tiempo pasa. Cien años cumple la Federación, cien partidos como internacional va a cumplir Casillas, al que tendemos a seguir viendo como un niño, como nos pasa siempre con los jugadores precoces. Pelé apareció con diecisiete años y a los cinco de estar ahí aún se decía que tenía diecisiete. Collar era 'El Niño' cuando empezó, y se retiró, ya camino de cuarentón, siéndolo aún. Y lo mismo le pasa al otro niño atlético, 'El Niño' Torres, al que aún vemos, pecoso e imberbe como es, con los ojos con que mirábamos al juvenil. Igual con Casillas. Quizá por eso se dejó barba. Dice que llegados los cien se la quitará.

Porque cien partidos ya dan para que le veamos adulto. Durante muchísimos años el record de internacionalidades del fútbol español lo tuvo otro portero, Ricardo Zamora, con 46, marca que parecía imbatible. "No hay más que dos porteros, San Pedro en el Cielo y Zamora en la Tierra", se decía. A él le costó dieciséis años de presencia casi ininterrumpida. Casillas ha doblado ese número en menos de diez años, porque ahora se juega muy frecuentemente, y ya mira con ojos golosos el récord de otro portero, Zubizarreta, que se retiró con 126. Es cuestión de mantenerse ahí dos temporadas más. Le sobrará, supongo.

Ahora recuerdo una vez que vino a AS con un grupo de chicos de un europeo de esos Sub-16 o así. Niños de verdad. Su padre me cogió aparte. Pensé que me iba a dar la brasa con los méritos de su hijo, con que debería subir de equipo, pero me sorprendió: "Oiga, ustedes que influyen, a ver si consiguen que a estos chicos les pongan maestros cuando va a estas cosas, porque pierden muchas clases. Y esto del fútbol es tan inseguro... Que juegue y que se divierta, pero que apruebe". Pensé que con un padre así lo tendría todo más fácil en la vida, en el fútbol o fuera de él. Y ha sido en el fútbol, por fortuna para todos.