Joan Tusell

Fin a ocho años de obstáculos

El españolismo estrena hoy su estadio, cierra un proceso de ocho años plagados de obstáculos y dudas, para abrir otro que tiene que ver con el orgullo del nuevo propietario y de su afición, pero también con el de las gentes de la zona. Porque desde que se escogieron los terrenos de Cornellà-El Prat hasta la realidad de hoy siempre se ha tenido muy claro un objetivo: el proyecto para la construcción del nuevo estadio debía tener como guía unos criterios de racionalidad y austeridad, un incuestionable rigor en la gestión del proceso de obras y, sobre todo, un objetivo de convivencia entre el campo de fútbol y el centro lúdico, comercial y de ocio familiar de gran formato, del que se beneficiarán los vecinos de Cornellà y El Prat de Llobregat. Es, por lo tanto, un proyecto urbanístico pensado para la gente e impulsado por el anhelo de toda la afición.

El proyecto, situado en un área de nueva centralidad destinada a equipamientos, ha generado elogios en diversos sectores y sorprendido por su excelente relación calidad-precio, sobre todo en los tiempos que corren para el sector de la construcción y del fútbol en particular, más allá de algunos fichajes multimillonarios. La materialización del complejo lúdico-deportivo deja ante el españolismo una hoja en blanco donde pueda escribir sus mejores páginas, pero hay unas líneas que ya han sido escritas: son las del plan estratégico, un plan que se adapta a la nueva realidad del club y pensado para cubrir de forma solvente una parte sustancial de la inversión realizada. Es hora de disfrutar, de que los socios pongan fin a la larga espera y tomen posesión de su casa.

Joan Tusell es arquitecto de Cornellà-El Prat

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