Robben puso el talento decisivo

En el argot ciclista se utiliza una expresión para definir la actuación de algunos corredores cuando la carretera se empina: "ir chino-chano". Se trata de subir al ritmo que el cuerpo permite. Lo mismo da cuanto corran los demás, allá ellos. Se va subiendo poco a poco y punto. Trabajo hecho. Más o menos así va tirando el Madrid, chino-chano. Dos victorias en casa por la mínima, otra vez en Champions, y con el Atleti por detrás en la clasificación. Ausente en el Camp Nou por una inoportuna protesta a un árbitro, Robben fue decisivo contra el Valencia y anoche frente al Villarreal. Suyo fue el gol de la victoria, el segundo que marca en Liga, y un gran tanto.

Resuelto por la tremenda y de forma individual, que es el fútbol que mejor entiende. Si de vez en cuando tuviera tanta calidad para asociarse con sus compañeros subiría enteros como futbolista. El Madrid de las primeras partes está mejorando. Se pueden discutir los nombres que elige Juande Ramos en su once inicial, pero ahora se nota más la mano del entrenador. El equipo gana como conjunto pero no va sobrado de talento. Por eso la aparición de Robben, que atraviesa su mejor momento de la temporada, es decisiva. Este Madrid necesita sus chispazos